http://www.youtube.com/watch?v=lYWG1jb9WTo
Cuando era chiquita, mis papas eran mas hippies, íbamos a ríos y se bañaban con nosotras desnudos. En mi casa, siempre hemos estado muy relajados con el cuerpo, mi mama nos ha enseñado que nadie tiene nada que otro no tenga, que cambiara como en el caso de la voz, la forma, la cadencia, la forma de hablar. Y por eso, pienso que los cuerpos, materia, recipiente, no son mas que eso, recipientes de lo que son, y lo que somos habita ese cuerpo, le da un movimiento.
Por eso, para mi los cuerpos, en si no son deseables, un cuerpo es una parte de la dimensión de lo que es otra persona. Vivimos en un mundo capitalista, donde el bombardeo de publicidad, la no-educación afectiva, el patriarcado mezclado con este liberalismo violento, no solo pone nuestra fuerza de trabajo, como una tuerca mas del engranaje. Si no también nuestro cuerpo, como un objeto más de consumo y los cuerpos de lxs otrxs como un objeto de consumo y compra, para unx. Sin embargo, yo no quiero entrar en ese mercado, no solo me parece des-humanizarnos, porque también marcará nuestros afectos, relaciones compromisos. La ley del consumo dice: “Busque, compare, pruebe y si encuentra algo mejor, le devolvemos el dinero, se lo cambiamos” Así, también funcionan muchas relaciones, donde la ética personal, el cuidado, la lealtad, son palabras ausentes de significado, porque simplemente no tienen cabida dentro de las relaciones bancarias. Y es muy difícil, substraerse, salir -de, dejar -de... auto analizarse cada día y gestionar como ubicarse para no ser un “trozo de carne mas” algo, que alguien deglute, sin masticar y saborear, y no lo alimenta, porque después de varios mordiscos, escupe otra vez sin complejos, ni consideraciones... mas que alimentadas por el afán de consumo, hambre y exploración. Eso, seria la vorágine, cuando el hambre de cuerpos, se abre como una caza y no, hay consideraciones personales, o no hay ningún criterio de selección y elección. Porque todo es lo mismo, todos los helados del mundo en un mostrador y no voy a pensar que mis favoritos, los que me llenan la boca completamente de sensaciones, son aquellos de frutas acidas. Simplemente la glotonería y el afán, esa carrera constante por tener mas y mas y mas, cuando no se piensa en construir, cuando simplemente la evasión es una buena excusa, para no enfrentarnos al espejo. Y así, pasa, todos obesos de vacío.
Hay muchas muchas capas, que nos hacen humanos, la primera será el cuerpo, bajo la epidermis, habrá muchas otras capas que desvelar, como un misterio, pelarlas, encontrarlas, es un camino, que personalmente querré recorrer con aquellas personas que como yo, creen en esa parte “humana” y comparten una “ética” y un compromiso político por gestionar las relaciones desde otras perspectiva. Si, somos radikales anti-sistema, pero también desde nuestro cuerpo. Vamos a creernos cada una de las vocales y consonantes de las palabras que decimos, si estoy contra el consumo y a favor de una forma mas sostenible y ecológica de gestionar el mundo, la economía, la política, por la supervivencia y la garantía de una calidad de vida para todxs, en mi micro-cosmos, desde mi cuerpo frente a otros cuerpos, desde mis afectos y relaciones con otrxs, también tengo una postura en contra de “mi propio consumo de otrxs” y quiero tener relaciones sostenibles y reales, apuesto por ello y ahí voy poniendo un ladrillo sobre otro. Aunque a veces el cemento este caducado.
Mi mama también me enseño, que la maldad no existe por si misma, que la desnudez no es una invitación, que mi cuerpo es mio y así lo comparto con quien quiera y como quiera. Pero si es evidente, que no lo quiero compartir, si he delimitado y marcado firmemente mis fronteras. Cualquier sexualización externa e invasión de espacio, esta completamente fuera de lugar. Baboseos no gracias. Y ahí no valen las discriminaciones positivas, de es menos grave porque fue una mujer o X. No, lo siento. Si alguien invade mi espacio, tendré derecho de levantar todas mis barreras y morder, si fuese necesario. Es mi libertad y el deseo de no “ser objeto” de nadie. Si alguien quiere consumir a mansalva, es su decisión, ahí no entro, es su libertad, pero por favor si tengo un cartel en la entrada de mi frutería que pone “cerrado”, no fuercen la cerradura, porque también se disparar escopetas.
Felizmente siempre hay un oasis frente a la estupidez colectiva o individual, afortunadamente en nuestras pequeñas comunidades, la nota discordante es pequeña, como un piojo cantando jotas y desafinando en mitad de una comunidad de elefantes milenarios.
Ayer nade como una niña feliz, un pez mas en el agua, sin mas vestido que mi pielecita, encontré cuatro niñxs más para jugar, para hacernos aguadillas y reírnos, sin mas, encontrar ese espacio seguro, ese espacio de inocencia y cariño, me hizo reflexionar en todos los otros baños que no son así, en todas esas otras veces en las que no puedes simplemente ser un pecesito más, porque alguien te acusará de exhibicionismo o alguien te intentará violar porque tu lo “estabas provocando” con tu desnudez.
Para mi, para hoy y para siempre, para este final del verano, quiero miradas limpias, amor del que se cocina a fuego lento, amistad ídem y relaciones sostenibles. ¿Pido mucho?
Asor Rosa