Y un día vendré a preguntarte que recuerdas de la noche. Y te diré que recuerdo que la noche que es agridulce, que la noche es un laberinto y dentro nos sumergimos por un momento que parece no terminar nunca. Te diré que encontré una madeja de hilo para no perderme nunca mas.
Y un día vendré a mirarte al espejo y reconocerme en esa otra que soy yo y se pervierte a si misma en un vestido diferente cada mañana. Vendré a ver tus ojeras moradas y querré tomarte en mis brazos a través del frio cristal. Querré que poses tu cabeza en mi pecho, que es el tuyo y tu te sonaras todos esos litros de lagrimas en esta sabana tan nuestra que es nuestra cama. Porque tu, que soy yo, y yo que soy tu. Nos negamos a bailar, en la misma pieza. Madeja revuelta, callo en el corazón y palabras mudas.
Asor Rosa
4 comentarios:
parece mentira. pero cada vez aterrizo mas. y leer los blogs de la gente que quiero se me ha tornado una suma de calor. un blog no es una botella flotante. o sí... pero mil veces besada!
yo-yo
abrazos!!!
Y mil veces te abrazare con palabras o con mis brazos compañera¡
Si, somos mensajes en botellas que corren en cifrados por la red eléctrica en "1" y "0"....
*:)
Una historia cálida, te quedas con cierto calorcito en el corazón.
Un abrazo.
Muchas gracias Maria¡
*:)
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