Me pregunto a mi misma porque me considero colombiana, si no creo en nacionalismos, ni en patriotismos, ni en ninguna categoría impuesta o no, que excluya a las otras… me pregunto porque me siento siempre diferente a la que fui hace unos segundos, me pregunto de donde vengo y a donde voy. Y en tanta preguntadera estoy aplazando esas otras cosas importantes que me tengo que sentar a escribir. Pero preguntarse tambien es una forma de crear…
¿Quien define de donde es uno? ¿El tiempo que uno vive en un sitio? ¿La educación que recibe? ¿La música con la que le dieron de mamar? No creo en patrias, no creo en naciones, pero hay algo en lo que creo, creo en raíces y las mías, hablo por mi, mis raíces están en una casa de ladrillos rojos del barrio de “Las cruces" de Bogotá y desde ahí se van extendiendo a muchos otros lugares. Desde Montserrate hasta la costa atlántica que no conocí, pero si conocí el sabor de su mar en pieles que bese.
Vengo de una habitación desconchada donde nací de pie en el hospital de “La Hortua”. La piel se me eriza de emoción y mis pies bailan solos cuando escucho un acordeón tocando un vallenato. Y el acordeón resulto no ser solo colombiano, también encontré que la música de todos los gitanos del mundo lo tiene como instrumento base. Y cuando lo descubrí me hice un poco gitana. Y me reconocí en su forma vital de bailar la vida y bailar la muerte.
También me enamore de las trompetas presentes en toda la salsa y también presentes en el jazz y así llegue al blues, a la música melancólica de los hombres y las mujeres azules, entonces adopte a Billie Holiday como tía y de escucharla tanto,
mi perro en vez de ladrar maúlla en ingles.
Mi tierra, mi tierra es tu piel suave, por la que voy recorriendo los caminos antes andados, donde encuentro los tambores y las danzas de agricultura y siembra africanas. Por eso me siento encima de tí, a horcajadas y dentro de ti siembro mi amor para que mis raíces se extienden desde el cosmos hasta tu corazón.
Mi patria es el amor, es la capacidad de ver belleza allá donde mires, es la capacidad de decir no al dolor, negar lo terrible y sacar un borrador de cabezas con el que limpiar las mentes enfermas de los señores grises que creen tener el poder. Y digo que creen que lo tienen, porque su único poder es el de la muerte, el de matar en vida y el de mandar a "otros barrios" a pueblos enteros e individuos solos…
Pero yo hoy quiero decir: ¡¡ No¡¡ Que hay otros poderes invencibles como soñar que otro mundo es posible y que ante todo hay que desear ser feliz, que la felicidad no te la dará nunca un objeto frío, que no te dejes engañar por las cucarachas de la publicidad y del consumo, que lo único que te da la felicidad se esconde detrás de una buena conversación con alguien a quien estimes, con un café, o una buena comida…
Te invito a que eches raíces en tus sueños, que cuanta más gente sueñe, las semillas de muchos se extiendan por todo el firmamento creando una red de flores luminosas tan brillantes y deslumbrantes que este mundo por fin un dia quede libre de agujeros y mentes grises.
¿Te apuntas? Dime que si… es solo cuestión de vivir, es muy sencillo.
Asor Rosa
