entre otras muchas cosas regalarme “El capital para niñxs” a los 7 años.
Explicarme la diferencia entre los comportamientos y la personalidad
Darme las claves para intentar ver el mundo
Hacerme un diagrama de que pasa cuando estableces una cadena de violencia.
Alegrarme con la gente y disfrutar de lo cotidiano
Escucharme y enseñarme a escuchar
Y sobre todo porque me enseñaron que tener miedo era de valientes
que las heridas no te hacen mas debil y es honroso enseñar con orgullo las cicatrices.
Que no existen victimas, si situaciones dificiles,que podemos ayudar a alguien, pero su verdadera salida siempre dependera de sus pasos-decisiones. Poner a alguien en situacion de victima
es infantilizar a las personas, crear un vinculo perverso
de dependencia. Esa condescendencia no es ninguna virtud, sino un vicio encubierto de soberbia e hipocrecia.