Hoy
he caido en lo peligroso que puede ser estar en un “mood”
optimista a toda costa, en la parte de alienación sutil del “todo
se puede”, en la parte pequeña que te auto induce al engaño. Y si
bien es cierto, que me considero una persona “optimista” &
“positiva”, lo cierto es que no hubiera sido capaz de sobrevivir,
sin una mentalidad practica y los pies en la tierra* *(o
por lo menos intentarlo)
Creo
que la parte mas compleja de este momento crisis” tiene que ver con
como nos empoderamos cuando nos quieren quitar “herramientas”
para autogestionar nuestros cotidianos y organizarnos.
Es
fundamental tener objetivos, sueños... pero casi tan importante es
establecer los caminos, la forma, todos los pasos cotidianos que
daremos para llegar a ello.
Al
final todo es “trabajo”, pero no el “trabajo remunerado dentro
del mercado laboral”, No. Ese escasea, es el “otro trabajo". El
invisible, el que nadie ve, el que solo tu conoces y quizas “solo
tu” debas conocer, porque no siempre podemos “compartir”...
quizas porque a veces ese compartir, nos genera inseguridades, o nos
enfrenta a nuevas presiones, o nos quita fuerza o estamos demasiado
expuestxs. Sin embargo, tenemos que ser lxs primerxs en darle “valor”
a eso otro trabajo de dar pequeñas puntadas todos los dias, como
zurzir calcetines, aunque todo el mundo diga que no tiene sentido.
¿Y que tiene o no tiene sentido? Todo tendrá sentido si para unx
lo tiene. Somxs lxs primerxs que tenemos que valorar lo que hacemos
bien, ese es el primer escalon del empoderamiento real. Y no es
necesario hacerlo “perfecto”, con hacerlo bien y tener la
capacidad de hacerlo cada vez mejor, de aprender es “suficiente”.
Rodando se aprende sin duda, se pule, se mejora todo.
Pa
pagarse las lentejas podemos hacer un coctel de algo que se nos de
bien hacer, (habilidades-conocimientos) con algo que sea “práctico
hacer”. Por ejemplo, cuando vivi en Londres, iba a un club gay
donde todos los “no latinos” se pirraban por aprender salsa. Asi
que empece a dar clases particulares de salsa, una o dos a la semana
que me completaban el salario en el hotel, para pagar el mercado*
*(compra de comida-basicos)
de la semana. Es un ejemplo muy tonto, pero lo cierto es que durante
unos meses mejoro “algo” mi calidad bastante precaria de vida
alli.
Es
complicado sentarse a escribir y decir: “No tan optimistas”,
porque si hay que ser “optimistas-positivxs”, pero midiendo,
echando un pulso con la realidad. Negociar, adaptarse, modificar,
amoldarse... buscar formas de encajar, de salir adelante, de
supervivencia. Si no puedo por ejemplo compartir el 50% de los gastos
de una casa, mejor que pueda ser por lo menos el 40%.
Al
final cuando estas en estado de “necesidad”, se te ocurren cosas,
buscas oportunidades, campos no explorados-explotados por otrxs -por
ti mismx, te arriesgas mas... en un sentido no suicida, te arriesgas
a dar masajes, a hacer tartas por encargo, comida por encargo, clases
de algo....A la larga, si no sirven para ganar dinero- subsistir, por
lo menos se ganara experiencia, conocimiento, contactos, redes...
Ultimamente
me sorprendo de que cada dia en Madrid se abran mas espacios
interdisciplinares-colectivos autogestionados como librerias, radios,
proyectos... que bares. Y es bonito, en cierta medida poder pensar
colectivamente.
Tenemos
que ponernos en la balanza, programarnos, re-inventarnos. Ver que
cosas nos hacen fuertes, cuales nos debilitan, no aislarnos, hablar
con otrxs, entrar en contagio. Hacer alianzas.
Un
dia le contaba a una amiga, que a lo largo de los años, habia
explorado, inventado, miles de formas de comer las lentejas. Quizas
porque es un clásico en la economia de guerra y llega un momento que
no las quieres tomar en sopa, entonces haces croquetas, hamburguesas,
pate,pure y hasta ensalada con ellas.
Y
no hace falta ser “tan optimistas” ni tampoco “pesimistas”,
quizas una sonrisa, algo de humor y no perder de vista el camino, las
lentejas y el suelo.
Asor
Rosa
2 comentarios:
reflexión muy interesante. Estef.
+++ gracias Estef
Publicar un comentario