Tengo los ojos aguados, cuando leo que Alvaro Mutis ya no es
un cuerpo viviente, o para mi, para lo que a mí me importa/ba, un cuerpo “deseante-creador”. No me puedo poner a llorar, uno por pudor,
dos porque no lo puedo hacer en público. La muerte es un agujero negro, que se come lo
que no dejas al olvido.
Podría decir que no tienes porque querer a alguien como fue
Alvaro Mutis, con sus grandes defectos, por sus tendencias políticas, por su
ser humano. Y luego indicar que lo que
solo importa es su obra, como si la obra no fuera parte de la carne que
conforma un ser humano y que al disfrutarla, desearla, consumirla, en cierto
sentido nos hacemos caníbales.
Que complicados son los afectos, querer a alguien por todo lo que te ha
acompañado, por darte una dimensión del mundo, de la búsqueda de los sueños, de
la perdida de rumbo, del amor infinito, de los amores compartidos, de los
destinos imposibles, del valor de la palabra, del valor del silencio. De la belleza de lo sombrío, de la soledad,
del camino… de la capacidad de aprender, de escuchar, de estar alerta… de regalar un personaje principal, un amigo:
Maqroll “El gaviero”. Y otros dos que son sus pasiones: Abdul “Soñador
de navios” & Iliona la amada libre y amante de los dos, metáfora de la
libertad.
Conocí a Alvaro Mutis hace unos quince años en una
conferencia en la facultad de periodismo, ante sus declaraciones políticas le
encare en las preguntas y después de guardar un minuto de silencio. Se retracto y modifico el contenido de sus
palabras, disculpándose por haber hablado a la ligera. Aun así, estuve enfadada con él unos cuantos
años y hasta hace unos 5 no volví a buscarlo, entonces me compre un libro de poesía
y el poder de sus palabras, me volvió a envolver y transportar a una utopía
segura.
Sé que escribo encriptado, quizás, porque las emociones y
los sentimientos no están exentos de una bruma de pudor, que hace que creemos un espejo cóncavo donde nos puedan
ver, hasta un punto, hasta cierto momento.
Ahora, en este momento pienso, que echare de menos a
Maqroll, aquel que vivía dentro de Alvaro Mutis, como dentro de todos y cada uno,
viven muchas formas de ser y estar en el mundo.
Aquel escritor clasista de dedito
parado que daba la conferencia en Madrid era Alvaro Mutis oficial, el otro que
se disculpo con humildad fue Maqroll, todavía hoy recuerdo parte del contenido
de sus palabras:
“Es cierto, en Colombia han existido muchas personas y
familias que en una lucha justa por unas condiciones mejores de existencia para
todos, han sufrido la violencia y en muchos casos el exilio. Es cierto que
soñar no era un derecho.”
Asor Rosa
#alvaro mutis