Sé que pecaré de pedante, marisabidilla… que hay que pensar
en el poder de las palabras, las consecuencias de las opiniones vertidas…
etc. Pero lo cierto es que este debate sobre el “amor
romántico” va de largo como tema de conversación y/o reflexión. A lo que me atañe de manera personal, los
modelos de pareja, las implicaciones, las construcciones de los afectos y como
estos marcan nuestra vida, independencia… es un tema que siempre he dialogado
con mis más afines.
Desde que me fui de casa a los 18 años, desde las primeras
relaciones afectivo-sexuales, hasta el día de hoy. “El amor” no ha dejado de ser un tema central
en mis reflexiones y atraviesa lo que escribo, pinto, pienso… y uno de los más solícitos
para conversar.
Hay muchas cosas que no se, sobre todo no sé todo lo que
puede pasar por la cabeza – cuerpo-emociones de otrxs, pero si se lo que se
pasea por mí. Y desde ese lugar subjetivo y lógico hablo. Es mucho lo que he leído del amor romántico,
desde el ensayo de Octavio Paz “La llama doble” a las obra de Erich From “El arte de amar” “El miedo a la libertad”. Estos tres libros que teníamos en la
biblioteca de la casa de mi familia, son “clásicos”. Y otros muchos artículos, novelas, ensayos…
que no me tomo el tiempo de buscar en este momento, pero que añadiré como cita
abajo, en cuanto tenga tiempo. Y esto lo
matizo, porque decir que se habla desde “una mismx”, no tiene que ver que “estas
iluminadx” o que se te ocurrió a ti sola, si no que al ser un tema “pregunta
sin respuesta” o “pregunta en el aire”, siempre he investigado, leído y
reflexionado.
Por eso puedo decir que el mito del amor romántico no nace
en el S.XIX como afirma un artículo que se ha publicado esta semana, ni que
todos los cuentos-leyendas establezcan
una jerarquía “intrínsecamente patriarcal”.
Es incorrecto, a poco que hayas leído las obras clásicas griegas y mitología
en por lo menos una espectro variado de culturas, el tema del amor, es siempre
recurrente. Y si bien, no “el mito como
lo conocemos hoy”, pero si los
paradigmas culturales se remontan a bien lejos.
Para poner un ejemplo, tenemos el “mito del andrógino” del Banquete de
Platón, de donde viene –surge /muta en la media naranja.
No creo en medias naranjas, creo que cada unx somos un
universo completo y complejo, que asumir como “dogmas” discursos fragmentados
sin cuestionarlos, sin reflexionarlos y sobre todo contrastarlos con nuestras “emociones” con lo que nos pide el cuerpo y lo que nos
genera “resquemor”. Cada unx tenemos
que evolucionar y hallar una medida de lo que es sano, positivo o posible,
dentro de las utopías, en este caso “el amor”.
Sobre todo, porque para mí la
primera base del amor, es respetar a mi “corazón” y una vez ubicado lo que
quiero y no quiero de las relaciones en general, intentar encontrar un
equilibrio ético posible. Porque seremos siempre un punto de una red y
al interactuar, tenemos que valorar mas allá de las teorías lo que podemos
cambiar, reflexionar… y sobre todo como podemos vivir la vida de una forma “desdramatizada”. Sin víctimas, ni verdugos… sin príncipes, ni
princesxs…
Leo y releo artículos que analizan los roles de género
mientras fortalecen dicotomías identitarias y vuelven a reclasificarnos a
todxs. Las cosas no son “ni tan
sencillas”, no todos los bio hombres son personajes de cuento… ni “esos” son los únicos roles.
He experimentado durante muchos años de militancia, que esa “lucha
en contra del amor romántico” vinculada con
“el yugo de los cuidados”, tiene
interpretaciones individuales-colectivas de todos los colores y algunas no muy
saludables. Porque a veces se entiende
que el “amor en libertad” con el “consumo de cuerpos”, con una considerable
carga de incomunicación y conflictos derivados. También se confunde el “apoyo” con la “dependencia”,
el “cuidado” con el “control”. Pero
hacia a las dos vertientes, gente que “controla” y cuando lo haces patente, te indica que es “cuidado” y viceversa. Gente que se supone que apuesta por el “amor
libre”, pero desde una competencia de “ego” y más parecen señores feudales con “derecho
de pernada” que amor en libertad- respeto y ética. Sobre todo cuando se establecen rivalidades por
conquistas y competencias. Los grupos
sociales, cuanto más “eruditos” más complejos.
Tengo amigxs poliamorosos, polisexuales, monogamxs,
poliglotas, onanistas, hermitañxs, ninfomanxs…. Etc. Y lxs que si son amigxs, lxs respeto y quiero
profundamente. Y cada opción de vida y gestión
de afectos es una apuesta. Y como apuesta, si además surge de la introspección y
conocerse mejor. Con cada apuesta ganas
y pierdes, por eso es un “apuesta” eliges.
Cada unx tiene que encontrar su “apuesta posible”.
Creo firmemente en que tenemos que crear modelos
alternativos de relacionarnos, pero no solo a nivel de pareja, sino a todos los
niveles. Las relaciones personales y la gestión de los afectos, es algo que nos
atraviesa. Somos gregarios, (bueno unxs mas que otrxs). En un sistema devorador y capitalista,
cualquier apuesta por crear lazos de
afecto sólidos, bien sea de dos en dos, de tres en tres o de diez en
diez… es una “resistencia”. Personalmente si apuesto por las comunidades,
por un concepto más amplio de familia, por
un cuidado bien entendido. Y claro que apuesto por el “amor”, pero el “amor” de verdad, el que te apoya, el
que te hace fuerte… en un concepto
amplio, cuando “quieres”,( si no hay situaciones tóxicas que cambien esto), para mi si es para siempre. En ese “querer bien” eliges a tus amigxs,
amantes, compas… y a tu familia sanguínea no la “eliges”, pero los intentas “querer”
de la mejor forma posible.
Asor Rosa
PD1: Y también creo en los afectos de los animales, entre ellxs, con nosotros y no pierdo de vista mi parte "animal". El amor que demuestra por ejemplo mi perro Uaja, es permanente, sencillo, leal, incondicional y protector. Lo tengo que regular, claro, porque se puede pasar de "protector", pero ese tambien es un "aprendizaje para él y para mi".
PD2: En este video, perteneciente a la película de "Hedwig & Angry Inch", hacen una representación-canción del mito del Andrógino.
PD1: Y también creo en los afectos de los animales, entre ellxs, con nosotros y no pierdo de vista mi parte "animal". El amor que demuestra por ejemplo mi perro Uaja, es permanente, sencillo, leal, incondicional y protector. Lo tengo que regular, claro, porque se puede pasar de "protector", pero ese tambien es un "aprendizaje para él y para mi".
PD2: En este video, perteneciente a la película de "Hedwig & Angry Inch", hacen una representación-canción del mito del Andrógino.